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En Panamá estamos atravesando una crisis entre la prensa y el gobierno actual, debido a diferentes situaciones, en las que se han atacado mutuamente.
Es una línea muy delgada entre la libertad de expresión y el libertinaje informativo, lo cual sólo puede equilibrarse a través de la ética profesional.
En la era de la informática es más difícil cotrolar los comentarios y las noticias que se hacen públicas en programas televisivos, noticieros y periódicos; ya que compiten con las redes sociales.
El presidente de Panamá ha expresado duros comentarios, los cuales ha llevado incluso al plano personal, violentando los derechos humanos de algunos periodistas.
La revolución tecnológica ha llevado a los políticos a olvidarse de protocolos que son insalvables, como por ejemplo el despido de funcionarios de alta jerarquía, a través del twetter o dar declaraciones oficiales por esta vía, lo cual no procede.
Los ataques del gobierno a la prensa y su llamado a juicio luego de presentar los videos de funcionarios en presuntos actos de corrupción y denuncias sobre ventas fraudulentas de terrenos estatales dieron lugar a la campaña Si me callan te callan.
La gota que derramó el vaso fueron las declaraciones del presidente, en una conferencia de prensa, transmitida en cadena nacional. Este se disculpó despúes de recibir a un grupo de periodistas que marcharon solicitando libertad de expresión y respeto a los derechos humanos.
La reunión fue positiva y en un gesto de buena voluntad por ambas partes , la campaña fue retirada de la televisión y las redes sociales, para bajar la tensión.
Es necesario que la prensa investigue y genere publicaciones veraces, para no caer en la difamación y por otro lado ni el gobierno, ni la sociedad civil tienen el derecho de hostigar, chantajear o sobornar a funcionarios o periodistas, con la finalidad de falsear la verdad en perjuicio de terceros y para su beneficio personal.
El escándalo de corrupción en las transacciones comerciales, en Italia a envuelto a funcionarios de ese país y el nuestro. Los funcionarios son relacionados con el sr. Lavitola, en supuestos actos de corrupción y tráfico de influencias.
La fiscalía italiana a confirmado que nuestro país aparece en el expediente, pero hasta el momento han negado que haya alguna sitación u orden de detención contra ningún panameño.
Exhortamos a la sociedad civil a salvaguardar la libertad de expresión y los derechos humanos, a la vez de ser la censura de la información, que es publicada a través de los diferentes medios informativos.
"La verdad nos hace libres y el respeto al derecho humano es la paz." |
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